Bienvenidos a Barcelona!!!

En la octava escala de nuestro primer viaje a Europa en familia, después de visitar Londres, Roma y El VaticanoCalabria, Florencia, Venecia y París, ahora cambiamos nuevamente de país y llegamos al último, España, más precisamente a Barcelona.

Barcelona es una ciudad excelente, muy moderna y que da gusto recorrer. Ubicada a orillas del Mediterráneo, se puede disfrutar tanto de la playa como de su patrimonio cultural, sus barrios, sus calles y sus parques, además del legado del inimitable Antonio Gaudí.

 

Como llegar

Aunque debo decir que, para nosotros, empezó mal este paseo. Desde el Aeropuerto Charles De Gaulle de París, debíamos salir en el vuelo de Easyjet, a las 14:30 y por demora, salimos a las 16:30.

A pesar de que de los tres vuelos que contratamos con esta empresa solo este se atrasó, nunca les perdonaré haberme hecho perder dos horas en Barcelona.
En Easyjet deben creer, que darnos un boucher por € 4,50 para el bar compensa esta pérdida, pero no señores, están equivocados.

Bueno, arrastrando estas dos horas de retraso, llegamos al Aeropuerto El Prat y desde allí, una van que contratamos con Bonotaxigroup, nos llevó al departamento que alquilamos por Airbnb, para seis personas a tres cuadras de la Sagrada Familia. Debo decir que el departamento era excelente y que sus propietarios, Carla y Oleg, de una amabilidad suprema. Ellos nos recomendaron Bonotaxigroup, un muy buen servicio de traslado, que nos dejó más que conformes, con un costo de € 88 ida y vuelta para los seis.

Al departamento, llegamos cerca de las 19 hs y después de viajar todo el día, lo lógico era descansar un rato, pero no, siendo fieles a nuestra guía diaria, nos fuimos a Plaza España, para conocer la cercana Fuente Mágica de Montjuic.
Sagrada Familia

1er. día – Fuente Mágica de Monjuic, Plaza de España

Fuente magica de Monjuic

La Fuente Mágica y El Museo de Arte

 

Fuente magica de Monjuic

La Fuente Mágica de Monjuic

 

La Fuente Mágica es la atracción principal del conjunto de cascadas y estanques del eje Maria Cristina, que va desde el Museo de Arte de Cataluña, hasta la Plaza de España.

Fue construida con motivo de la Exposición Universal de 1929, por Carles Buigas en el lugar en el que estaban las Cuatro Columnas de Josep Puig i Cadafalch, derribadas en 1928.

El espectáculo nocturno con música y colores, es simplemente imperdible.

No pudimos tener mejor bienvenida a la ciudad!

 

 

Después de estar un largo rato disfrutando, volvimos a Plaza España y nos encontramos con el ahora centro comercial Arenas de Barcelona.

Este lugar fue inaugurado en 1900, como Plaza de Toros y por ella pasaron espectáculos diversos, como boxeo, ciclismo, circo y hasta fue cuartel del ejército republicano. La última corrida se realizó en 1977 y el edificio estuvo abandonado durante treinta años, hasta que en 2011, se inauguró el nuevo centro comercial.

Para terminar el día, comimos unas tapas, tomamos el metro y nos fuimos a descansar.

Hablando del metro, debo decir que es un servicio muy bueno, donde se pueden comprar en máquinas, boletos individuales o, lo que hicimos nosotros, comprar un boleto de diez viajes por € 9,50.

Barcelona

Arenas de Barcelona

 

2do. día – Sagrada Familia, Casa Batlló, La Rambla, la Boquería, Camp Nou

El segundo día, arrancamos temprano y empezamos a conocer un poco del mundo Gaudí.

Primero pasamos por la Iglesia de la Sagrada Familia, cuya construcción, comenzó en 1882 con un estilo neogótico, pero un año después, el proyecto fue puesto en manos de Gaudí, quien diseñó un templo innovador compuesto por 18 torres, aunque sólo pudo crear una de ellas antes de su muerte.
Gaudí falleció en 1926, dejando inacabado el proyecto que ocupó los últimos años de su vida y aunque se sigue con la construcción, se notan diferencias de estilo entre lo nuevo y lo viejo.
Hasta el momento se hicieron ocho, de las dieciocho torres diseñadas por Gaudí, doce de ellas fueron dedicadas a los Apóstoles, cuatro a los Evangelistas, una a María y otra a Jesús.

Se planea terminarla para 2026, cuando se cumplan 100 años de la muerte de Gaudí.

Sagrada Familia

La Sagrada Familia

 

Siguiendo nuestro recorrido «gaudiano», fuimos paseando por el Passeig de Gracia, hasta la Casa MiláLa Pedrera, creada por Gaudí entre los años 1906 y 1912.

La planta principal, en la actualidad es un gran espacio de exposiciones, pero la parte más peculiar de La Pedrera es la azotea, donde las torres de ventilación y las chimeneas, se convierten en sorprendentes esculturas de guerreros petrificados.

La Pedrera

La Pedrera, la Casa Milá

 

Les cuento que no entramos, porque el costo es bastante alto y decidimos visitar una de las dos más conocidas, así que nos inclinamos por la Casa Battló.

Para llegar a ella, seguimos caminando unos 400 m por el Passeig de Gràcia, una avenida hermosa por sus tiendas, su arquitectura y sus detalles, como por ejemplo las decoradas luminarias de la calle.

Barcelona

Arte hasta en la luz de la calle

 

Barcelona

Passeig de Gracia

 

Al llegar a la Casa Battló, encontramos una fila bastante importante, de casi una hora. El billete de acceso, cuesta € 21,50, bastante caro comparado con otras atracciones importantes de Europa, como la Torre Eiffel de € 14,50 o el Coliseo de € 16.
De cualquier manera, estar en Barcelona siendo arquitecto y no conocer una de las casas de Gaudí, hubiera sido casi un sacrilegio.
Construida entre 1904 y 1906 bajo el encargo de Josep Batlló, la antigua residencia, se puede recorrer completa para conocer cada uno de sus rincones, como la sala del primer piso, el atractivo patio de luces y la azotea con sus míticas chimeneas.
Para el recorrido, es posible acceder a auriculares que nos relatan detalles, en varios idiomas, de cada espacio de la casa.
Casa Batllo

Casa Batlló

 

Casa Batllo

El salón de la primera planta

 

Casa Batllo

Detalles de la terraza

 

Casa Batllo

Patio de luces

 

Casa Batllo

Una fachada increíble

 

Ya dejando la parte arquitectónica, fuimos a comer a un lugar que nos habían recomendado muchísimo, el Mercado de la Boquería.

El Mercado de San José, más conocido como «La Boquería«, es un céntrico mercado municipal que se encuentra en Las Ramblas de Barcelona.
En el lugar en el que se encuentra emplazado el mercado, anteriormente estuvo ubicado el Convento de San José, fundado en 1586. Con el paso del tiempo La Rambla se convirtió en un lugar de gran interés público y, tras el incendio provocado que sufrió el monasterio, decidieron trasladar el mercado al lugar que ocupaba el convento.

Además de la parte histórica, les cuento que la recomendación fue merecida, se puede comer de todo, mariscos, frutas, helados, jamones, quesos, pinchos, etc., etc., y más etc., por un muy buen precio y todo de muy buena calidad. Volvería cada semana.

Mercado de la Boqueria

Mercado de la Boquería

 

Mercado de la Boqueria
Mercado de la Boqueria
Mercado de la Boqueria
Después de almorzar, nuestro grupo se separó y mientras mi hija, su amiga y la madre se fueron de compras, con mi hijo y mi mujer, fuimos a ver un espectáculo muy caro, pero de los que no nos podíamos perder estando en la ciudad.
Fuimos a ver Barcelona vs. Valencia y a nuestros compatriotas Messi y Mascherano, al Camp Nou.
Las entradas nos costaron € 102 cada uno. Sin palabras, pero bueno, es una vez en la vida.
Camp Nou
Camp Nou

El Camp Nou

 

Mascherano

Mascherano

 

Messi

Messi

 

Es mi obligación decir, que la experiencia fue totalmente distinta a lo que vivimos en Argentina cuando vamos a la cancha. La organización para sacar entradas, comprar en la tienda oficial, entrar y salir del estadio, es digna de imitación, así como la conducta del público, que fue excelente.
Claro, la organización y la pasión no se llevan muy bien y faltó un poco de la que vivimos en nuestro país, muchas veces exagerada y cargada de violencia, pero otras tantas, sincera e incondicional.

Cuando el partido terminó, (ganó el Barça 2-0, con el gol número 400 de Messi), volvimos a La Rambla a reencontrarnos con los demás y seguimos hasta la costa, donde está el Monumento a Colón, el edificio de la Aduana y el puerto, por desgracia el viento frío nos hizo abandonar rápidamente la zona costera.

Barcelona

Monumento a Colón

 

Barcelona
Barcelona

Camino al puerto por La Rambla de Barcelona

 

Barcelona

Tarde oscura en el puerto

 

Caminando de vuelta por La Rambla, llegamos nuevamente a Plaza España y desde ahí, fuimos a visitar el cercano Pueblo Español, que también fue construido para la Exposición Internacional de 1929.
Es un espacio de casi cinco manzanas, en el que están representados los pueblos españoles y reproduce 117 edificios, calles y plazas de toda España.
Fue construido en trece meses, con la intención de ser derribado tras la exposición sólo seis meses después. Pero su éxito urbanístico logró salvarlo de la destrucción.
Pueblo Español
Pueblo Español
Pueblo Español

Pueblo Español

 

Nosotros llegamos al atardecer y está abierto hasta las dos de la mañana, quiero creer que llegamos temprano, porque parecía un pueblo, pero desierto. Así es, los locales cerrados, casi nadie por las calles, fue muy raro, porque el lugar es realmente lindo, pero no tenía vida. Me gustaría que alguien que lo conozca, me diga si fue mala suerte o realmente es siempre así, porque en varios sitios y foros lo recomendaban bastante.

Después de una hora dando vueltas y viendo que nada cambiaba, nos fuimos al departamento a descansar, no sin antes pasar nuevamente por la Fuente Mágica, que nos había encantado.

 

3er. día – Parc Güell, Barrio Gótico, Parc de la Ciutadella, Barceloneta

El tercer y último día, lo empezamos nuevamente con Gaudí, tratando de entrar en la Sagrada Familia, pero había turno para entrar recién después de la una de la tarde y hasta las ocho de la noche. Como no queríamos esperar y no sabíamos si volveríamos antes del cierre, no quisimos arriesgarnos y no compramos las entradas, así que la visita quedará para la próxima. Una lástima!
Desde aquí, partimos hacia uno de los lugares que ansiaba conocer, el Parc Güell.

El parque debe su nombre a Eusebi Güell, un rico empresario apasionado por las obras de Gaudí, que fue su principal mecenas. Aunque la idea principal era un conjunto residencial de lujo, con los años esta idea fue abandonada y en su lugar se construyó un parque digno de un cuento.
Fue inaugurado en 1922 y en 1984 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Con una extensión de más de 17 hectáreas, el Parque Güell está cubierto por formas onduladas, columnas con aspecto de árboles, figuras de animales y formas geométricas. La mayor parte de las superficies, están decoradas con mosaicos realizados con trozos de cerámica de colores.
Gaudí aprovechó el desnivel de 60 metros de la montaña, para crear un camino de elevación espiritual, en cuya cima planeaba construir una capilla, que finalmente fue sustituida por el Monumento al Calvario, desde el que se tiene muy buenas vistas de la ciudad.

Dicen, que Gaudí era tan obsesivo, que estando en una fiesta, se le ocurrió una idea y se fue corriendo al parque a cortar y pegar mosaicos con sus propias manos.

Debo decir que el parque merece un largo recorrido, aunque quizás esperaba más edificios que parecen tortas de cumpleaños, los que salen en todas las fotos, pero eso que se muestra es la entrada al parque y la portería y no hay más.

Sí, son dignos de destacar la terraza o Plaza de la Naturaleza; la Sala Hipóstila con sus ochenta y cuatro columnas; la Escalinata del Dragón, con la famosa salamandra, y el Pórtico de la Lavandera.

Para recorrer estos lugares, hay que pagar entrada, aunque al resto del parque se puede acceder gratuitamente. El costo es de € 7, para los mayores, los chicos entre 7 y 12 años, pagan € 4,90 y los menores de 6 entran gratis.

Parc Guell

Escalinata del Dragón

 

Parc Guell

Sala Hipóstila

 

Parc Guell
Parc Guell

Pórtico de la Lavandera

 

Parc Guell

El trabajo con mosaicos de Gaudí

 

Cuando dejamos el parque, no fuimos a disfrutar de unos excelentes pinchos en La Rambla y después caminamos un rato por el Barrio Gótico.

El Barrio Gótico de Barcelona, fue construido a mediados del siglo XX. De hecho, su nombre también es una creación moderna, ya que tradicionalmente el espacio era conocido como Barrio de la Catedral.
Aunque los monumentos históricos, recuerdan épocas pasadas, en muchos casos han sido fabricados recientemente.
La medievalización del centro histórico de Barcelona transformó el barrio, dotándolo de una apariencia antigua que hasta entonces no poseía.

Uno de los edificios más emblemáticos es la Catedral de Barcelona, también conocida como la Seu o la Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia, es un ejemplo de la arquitectura gótica catalana que data del siglo XIV.
El lugar que ocupa la catedral, ha sido el emplazamiento de diferentes templos cristianos, desde el siglo IV d.C. En el año 1058, se consagró en el lugar una iglesia de estilo románico y en 1298 comenzó la construcción de la iglesia gótica, pero no se terminó hasta principios del siglo XX.

Barcelona

Catedral de Barcelona

 

Barcelona
Barcelona

Caminata por el Gótico

 

Con La Rambla a nuestras espaldas y cruzando el Barrio Gótico, llegamos a un lugar espectacular, quizás no tan nombrado turisticamente, pero que nos encantó, el Parc de la Ciutadella.

Tras la Guerra de Sucesión Española, Felipe V ordenó la construcción del Castillo de Montjuic y una enorme ciudadela. Después de la Revolución de 1868 la ciudadela fue demolida y solo se conservaron la capilla, el Palacio del Gobernador y el arsenal, que hoy es la sede del Parlamento de Cataluña. Con motivo de la Exposición Universal de 1888, tuvo lugar la construcción del parque.

Esto en cuanto a historia, pero en cuanto a experiencia fue genial pasar un rato en el parque y poder descansar rodeados de tanta belleza.

Parc de la Ciutadella

Parc de la Ciutadella

 

Parc de la Ciutadella
Parc de la Ciutadella
Para terminar nuestra corta visita a Barcelona, caminamos hasta la playa de la Barceloneta, no queriendo irnos sin saludar al Mediterráneo.
Barcelona
Barcelona
Barcelona

La belleza del Mediterráneo

 

Es hora de decir, que quizás quedamos en deuda con respecto a la ciudad, porque estuvimos muy poco tiempo y después de casi tres semanas, caminando y viajando cada dos o tres días, ya estábamos bastante cansados de tanto trajín, así que seguramente no la pudimos disfrutar como se debe.
Igualmente, no tengo ninguna duda de que es una ciudad genial y que por supuesto merece los elogios que el mundo le concede. Esperemos que podamos volver con un poco más de tiempo y algo menos de cansancio.

En la próxima entrada, contaré como nos fue en nuestra siguiente parada, la anteúltima, Galicia, uno de los lugares que más nos dió.